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M i c r o r e l a t o s

o Cuando terminaron, la noche aun no había acabado.

o Y por más que sus labios ardían la intensidad del calor no los volvía cenizas.

o Por más que sus ojos hablaran el nunca entendería el secreto de sus palabras.

Aunque su delito fue perfecto solo el susurro del viento podrá contar su historia.

Después de cobrar su deuda y con el tiempo sentir paz, sigo sintiendo el frío de tu cuerpo bajo mis pies.

Mientras se saciaba de su cuerpo y desgastaba sus labios, sentía que era inevitable no sentir placer con su placer.

Ni la heroína era tan adictiva como la dependencia que generaba el rose de sus cuerpos.

Algo en su interior vibraba cada que su piel estaba cerca de ella, quizá era su energía o el deseo que sentía.

Sus miradas conectaron desde la primera vez, esa noche hubo algo de magia, algo en sus corazones encendió. Pues desde aquel día todo se hizo diferente, eran mas intensas las ganas de querer verse, de hablar y compartir tiempo juntos, el deseo de tenerse ardía entre los dos pero aguantando las ganas y guardando su pasión continuaron en silencio y ocultando su amor.

El zapatero estaba siempre feliz y concentrado en su trabajo, lo hacía con facilidad y con un gusto grato. Siempre hablaba solo y reía mucho todos lo miraban y no notaban el motivo de su gusto. 

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